Igual encontrabamos un bautizo tuareg como un autobús averiado o un hombre tranquilamente andando en aquella inmensidad. Y por la noche los escorpiones nos acompañaban.
Igual encontrabamos un bautizo tuareg como un autobús averiado o un hombre tranquilamente andando en aquella inmensidad. Y por la noche los escorpiones nos acompañaban.