portada vaca

CON LA BOCA ABIERTA

Estas fotos se expresan por si mismas. Donde y como sucedieron no es importante; siendo sinceros, no lo recuerdo bien. Solo puedo decir que, en estos viajes, a veces uno queda con la boca abierta, perplejo delante de un animalito o de una puesta de sol que quisiera llevarse a casa. La vaquita no se inmuto cuando le acaricié la nariz. Creo que todas aprobaban, incluido el pastor. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *